sábado, 9 de junio de 2012

¿DEBERÍA EN ALGÚN CASO ALGUIEN QUE ACTÚE COMO AUTORIDAD LIMITAR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN?



Para publicar hoy en mi blog he decidido hablar sobre esta pregunta sobre la que estuvimos debatiendo un día de esta semana en clase y me pareció interesante y por eso he decidido dedicar este blog a este tema.

Para empezar empezaré hablando de la libertad de expresión, Wikipedia lo define como un derecho fundamental o un derecho humano, señalado en el artículo 19º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. La libertad de expresión es un derecho que todos tenemos por el simple hecho de ser humanos que consiste en poder manifestar nuestras ideas gusten o no gusten a los demás.

Yo estoy a favor de la libertad de expresión, pienso que todos podemos pensar de una forma u otra sin tener que ser obligado a una forma de pensamiento, pero también pienso que hay casos determinados en los que la libertad de expresión se debería LIMITAR (he dado énfasis en la palabra limitar porque no quiero que se confunda con prohibir o suprimir) por alguien que en unas circunstancias tenga autoridad o poder, por ejemplo, como el otro día se planteaba en clase, en un aula la autoridad con poder para poder limitar la libertad de expresión en algún caso sería el profesor, en un país sería el estado, en una familia serían los padres a los hijos, etc. También quiero que quede claro en algún caso, es decir, que no solo por tener el poder de limitar la libertad de expresión la limito cuando yo quiero y me da la gana, si no en casos extremos.

Por tanto, la tesis que voy a defender es que sí que en algún caso alguien que actúe como autoridad puede limitar la libertad de expresión, y a continuación voy a dar algunas razones por las que apoyo mi tesis:


En primer lugar, pienso que en los casos en los que la libertad de expresión de una persona invada la libertad de otra creo que quien tenga la autoridad debería de actuar limitando la libertad de expresión de esa primera persona. Es decir, que creo que se debe limitar en algunos casos que son muy extremos porque como dicen por ahí, Tu libertad acaba donde empieza la mía, con esto quiero decir que porque tengamos derecho a expresarnos libremente no tenemos porque hacer suprimir la libertad de expresión de otra persona, porque precisamente al igual que una persona tiene ese derecho el resto de personas, sin discriminación alguna, tiene exactamente el mismo derecho y es inviolable.

En segundo lugar, creo que si hay ciertos casos en los que se debería limitar la libertad de expresión porque si no esto sería un desmadre, unos se manifestarían contra otros, otros contra los unos y esto sería una guerra, por eso creo que quien tiene el poder sobre todo un grupo debe saber cuando algo se pudo expresar y cuando se debe limitar. Creo que uno de los papeles de quién ejerce como autoridad sobre el resto es precisamente ese, actuar limitando, y no tan solo con la libertad de expresión, si no con el resto de cosas, al igual que se la velocidad en la carretera, la tasa de alcohol al volante, etc. Creo que todo se puede hacer pero siempre y cuando se establezcan unos límites, y estos límites deben ser impuestos democráticamente por quién tiene el poder.

Como contraargumentos podría decirse que no, ya que si se limita la libertad de expresión, en realidad, no tenemos libertad de expresión puesto que está controlada. Para ello, postulo que si no se limitase, como todo en la vida, la libertad de unos destrozaría la libertad de otros, el que tiene más poder vencería al que tiene menos, por esto creo que tiene que haber un poder supremo elegido democráticamente que imponga unos límites razonables.

En conclusión, creo que todo es bueno en cierta medida, por lo que por supuesto que tenemos que tener libertad de expresión pero con unos límites, porque pienso que cuando se abusa de algo, en este caso la libertad de expresión, es perjudicial para nosotros y, además, para el resto. Y desde luego, estos límites no pueden ser impuestos por cualquiera, según su parecer, sino por alguien correcto, y que todos o la mayoría, estén de acuerdo de imponer a ese alguien frene al poder.