jueves, 17 de mayo de 2012

¿SABEMOS LOS ADOLESCENTES LO QUE REALMENTE QUEREMOS?


Hoy en la entrada de mi blog voy a reflexionar sobre esta pregunta ya que en los últimos días en distintas situaciones he pensado sobre ella.
Me pregunto esto porque hay veces en las que me doy cuenta que lo que en un primer momento pienso puede que tan solo dos minutos después ya no lo piense, y creo que puede ser un acto frecuente en los adolescentes.
El otro día en clase surgió la pregunta ¿Prefiero conocer la verdad o vivir engañado? Además, también apareció esta frase: “La ignorancia da la felicidad”. Enseguida pensé mi respuesta a esa pregunta; vivir engañados, pero cuando escuché la frase estaba aún más segura de que la respuesta que había escogido era la que realmente creía. Sin embargo, reflexionamos con la misma pregunta pero en el ámbito del amor, y entonces, la mayoría de quiénes pensaban al igual que yo y yo, respondimos lo contrario.
Entonces me pregunto, ¿Realmente estamos seguros de lo que queremos? ¿Es esta contradicción propia de la adolescencia?
Digo adolescentes porque he comprobado que por lo menos a la inmensa mayoría de ellos nos sucede, aunque con esto no quiero decir que a los adultos no les suceda.


La tesis que voy a defender es que los adolescentes no sabemos lo que en realidad queremos por algunas razones que a continuación voy a explicar:


En primer lugar, creo que los adolescentes no sabemos lo que queremos porque la adolescencia es una etapa de la vida en la que los adolescentes nos dejamos influenciar mucho por nuestro entorno (amigos, familiares, compañeros, etc). Puede que un adolescente al que le influye mucho las decisiones u opiniones de su entorno cuando se convierta en adulto también lo sea, pero sobre todo es en esta etapa en la que normalmente ocurre. Cuando pensamos una cosa y nuestro compañero piensa otra tendemos a inclinarnos hacia su postura, cuando vemos que el resto hace algo que yo no hago enseguida lo hacemos nosotros también para no sentirnos evadidos, etc. De modo que creo que no sabemos lo que queremos pero porque en realidad, no sabemos lo que los demás quieren.


Por otra parte, pienso que otro motivo por los que los adolescentes no sabemos lo que queremos es porque la adolescencia también es una etapa caprichosa. Es decir, no es que no sepamos lo que queremos sino que verdaderamente no queremos nada, tan solo nos encaprichamos, no queremos algo, nos encaprichamos en algo. Un día nos levantamos, nos miramos al espejo y nos apetece algo, un capricho, se nos antoja y lo tenemos que tener sí o sí, sin embargo, puede que pasado un tiempo, que no necesariamente tiene que ser mucho, ya no le encontramos interés. ¿Qué adolescente no se ha encaprichado en una camiseta o alguna prenda de ropa que al poco tiempo ya no quería?


En tercer lugar, otra de las razones por la que mi respuesta a esta pregunta es no, es porque creo que aún somos muy jóvenes, y para saber realmente lo que queremos necesitamos experiencias, que pienso que todavía no nos ha dado tiempo a vivir, y aprender de ellas, de lo que es bueno, de lo que es malo, de lo que nos gusta, de lo que no nos gusta…Pienso que para saber lo que queremos necesitamos vivir, experimentar, aprender de ello y deducir lo que queremos y lo que no, por lo que los adolescentes aún no lo sabemos puesto que tampoco nos ha dado tiempo suficiente a vivir y experimentar.


En conclusión, mantengo que los adolescentes no sabemos lo que queremos puesto que es algo propio de esa etapa de la vida, ya que, nos dejamos llevar por otras personas, además, somos caprichosos, lo que un día nos gusta otro ya no, y también porque pienso que para saber lo que verdaderamente queremos tenemos que tener experiencias y aún somos jóvenes para que nos haya dado el tiempo suficiente para eso.
Pienso que el hecho de que no sepamos lo que queremos puede ser un aspecto negativo pero que también lo es positivo, porque si nos equivocamos al elegir, nos beneficia ya que de alguna forma también aprendemos de los errores.







1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con tu entrada, yo también pienso que los adolescentes aún no sabemos lo que queremos, aunque también depende en gran medida de la madurez del adolescente ya que no todos somos igual de maduros. Me parece muy adecuada la razón que das cuando dices que aún no sabemos lo que queremos puesto que todavía no hemos vivido lo suficiente como para saberlo, yo también lo creo así.

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