¿Para qué sirve la vergüenza? Esta es una pregunta que escuché en clase y que me pareció muy interesante y a la vez, una pregunta muy oportuna, es por esto por lo que he decidido dedicar una publicación en mi blog a ella.
¿Qué significa esta pregunta? o ¿qué es lo que en realidad quiere decir? Esta pregunta la interpreto como que puesto que mucha gente decimos sentirla, se nos ocurre que cuál es su utilidad, o su función.
Para empezar, y de esta forma comprender mejor la pregunta, daré una definición para vergüenza que nos ofrece la Real Academia Española: Encogimiento o cortedad para ejecutar algo.
Yo personalmente, soy una persona muy vergonzosa, y aunque no me gustaría serlo tanto también pienso que en determinados momentos es conveniente tenerla y pienso que tener un poco de vergüenza, no en exceso, incluso es bueno para nosotros.
Mi tesis es que las funciones de la vergüenza no son múltiples pero creo que si que tiene una función que pienso que es muy importante. Esta función es que nos sirve para ser más educados, es decir, para tener más educación a la hora de comportarnos ante los demás.
A continuación, voy a dedicar a explicar mi tesis con argumentos y ejemplos para así poder entenderla mejor.
La vergüenza desempeña una función importante para nosotros, de la que podemos aprovecharnos y sacarle así, también una parte positiva es, que por decirlo de alguna forma, que nos ayuda a tener más educación, puesto que sentimos vergüenza para hacer las cosas, no las hacemos y así evitamos cometer acciones que, quizás, puedan resultar incomodas a la gente que está con nosotros. Pero con eso no quiero decir que aquellos que no tienen vergüenza o que no son vergonzosos no tengan educación.
Para apoyar mi tesis, voy a dar un ejemplo, que es una palabra que en cierto modo saca a relucir esta parte positiva de la vergüenza. La palabra es sinvergüenza, a nadie le gusta que está palabra sea utilizada para calificarnos a nosotros, puesto que su significado está asociado a alguien pícaro, bribón, cualidades que no nos gustaría que nos atribuyesen. Entonces es, que cuando alguien sobrepasa los límites de no tener vergüenza pasa a ser algo ya que por decirlo de algún modo no es ni envidiable ni deseable para nadie serlo. Por el contrario, cuando calificamos a una persona como vergonzosa no le estamos atribuyendo cualidades negativas, tan solo indicamos una forma de ser. Por ejemplo, una actitud que seguramente todos hemos observado alguna vez y que por el hecho de ese exceso de no tener vergüenza pasa a ser un acto de mala educación, todos hemos visto alguna vez a alguien que estado delante de más gente se ha tirado un eructo, para mí eso ya se sale de lugar, y generalmente lo hace la gente que no es vergonzosa, sin embargo, una persona tímida nunca hará eso, porque su forma de ser le impide hacerlo y pasar vergüenza por ello
En conclusión, desde mi punto de vista la vergüenza no desempeña numerosas funciones, es decir, no nos sirve para muchas cosas pero sí que nos sirve para una muy importante y desde mi punto de vista imprescindible, para tener educación, como he dicho antes no por el hecho de no ser vergonzoso no quiero decir que no tengas educación, pero sí que apoyo que la gente vergonzosa por lo general suele ser más educada que la gente que no es vergonzosa. Ahora bien, pienso que es bueno tener vergüenza pero tampoco en exceso. Todo es bueno en cierta cantidad pero puede que en exceso ya no lo sea .
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