La publicación de hoy en mi blog, va hablar sobre esta pregunta que me he planteado.
Hoy he decidido hablar de este tema porque es algo que yo misma me pregunto y que absolutamente a todo el mundo le ha pasado, todos alguna vez hemos deseado tener una edad mayor que la que teníamos en ese momento para quién sabe qué, pero también es cierto que otras veces o otras personas hemos o han añorado volver a ser un niño.
Con esta pregunta me estoy queriendo referir a esa sensación que alguna vez hemos tenido, cuando somos pequeños queremos ser más grandes, pero una vez que somos ya adolescentes o adultos añoramos todos nuestros momentos de la infancia, añoramos ser niños, pero ¿por qué hacemos esto?
Mi tesis fundamentalmente es que somos seres humanos y como tales, somos envidiosos. Envidiamos aquello que no tenemos por lo que pienso que es esta la respuesta a la pregunta planteada.
En primer lugar yo creo que cuando somos niños y queremos ser mayores es principalmente porque pensamos que siendo mayores podremos hacer más cosas o nos dejarán hacer más cosas. Por ejemplo, cuando tenemos 5 ó 6 años queremos tener un par de años más para poder ir “al cole de los mayores” (pasar de preescolar a primaria), cuando tenemos 7 ó 8 queremos tener 9 para hacer la comunión o para que nos dejen salir un poquito más, cuando tenemos 10 ó 11 ya queremos tener 12 para poder ir al instituto, porque parece que yendo al instituto ya somos muy mayores, pero cuando tenemos 15 queremos tener 16 para pasar a bachillerato y ya es aquí cuando ya si que nos creemos mayores, astutos e incluso poderosos, pero una vez que tenemos 17 queremos tener los 18 para poder sacarnos el carnet de conducir, poder entrar a sitios en los que antes no podíamos, sitios con un límite de edad, etc.
Creo que cuando somos niños y se produce esa sensación de querer ser más mayores es porque en nuestro entorno hay gente más mayor que nosotros y quizás, envidiamos cosas que ellos pueden hacer y nosotros no, es por esto por lo que creo que también tenemos esa sensación.
Por el contrario creo que cuando somos mayores y extrañamos nuestra infancia se debe a que queremos tener aquello que sabemos que ya no podemos volver a tener, es decir, que como de costumbre el ser humano siempre o casi siempre quiere tener o ser algo que no puede tener o ser, es envidioso por naturaleza.
Pero también pienso que a medida que vamos creciendo, la vida va siendo más complicada para nosotros, todo adquiere mayor complejidad, es por esto por lo que creo que cuando ya somos adolescentes o adultos nos damos cuenta de lo fácil que era ser un niño y lo difícil que puede llegar a ser un adulto. Cuando el mayor problema era cabrearte con un amigo al que al día siguiente volvíamos a ver y actuábamos como si nada hubiese pasado o lo más difícil que teníamos que hacer en nuestra vida académica era tener que hacer divisiones de dos divisores, en la adultez, todo es más complejo y lo que en nuestra infancia era lo más difícil una vez que somos adultos eso es lo más fácil y es ahora cuando realmente lo difícil es verdaderamente difícil.
También pienso que añoramos ser niños porque seguramente, que nuestra infancia haya sido bonita y feliz y tengamos muy buenos recuerdos, por lo que nos gustaría volver a esa época y también recordar todo aquello que vivimos. Sin embrago, para un adulto cuya infancia haya sido dura por cualquier tipo de circunstancias, no será agradable recordar aquella época de su vida.
En conclusión, creo que la principal causa por la que cuando somos pequeños queremos ser mayores y una vez que somos mayores añoramos o extrañamos ser niños es porque el ser humano es por lo general envidioso, y casi siempre deseamos tener, ser o hacer todo aquello que sabemos que no poder tener, ser o hacer, es por esto por lo que lo envidiamos.
Estoy totalmente de acuerdo contigo Alicia, el ser humano es envidioso y a la vez inconformista. Deseamos cosas que no tenemos y cuando las tenemos deseamos otras distintas. Nunca nos sentimos agusto y aunque tenemos lo que deseábamos, seguimos queriendo más.
ResponderEliminar