Hoy, en mi blog, voy a hablar y trataré de responder a esta pregunta tan famosa, que seguramente hemos oído, o visto, millones de veces. Me parece algo interesante tratar sobre este tema porque creo que a todos nos ha pasado en algún momento en que echamos de menos algo que ya no tenemos y que es entonces, cuando, en realidad nos damos cuenta del valor que tenía.
¿A qué me refiero cuando planteo esta pregunta? Con esta pregunta sobre la que he decidido hablar hoy, estoy queriendo decir o dar a entender o hablar sobre la costumbre que tenemos los seres humanos, o quizás también los animales, de darnos cuenta de que teníamos algo importante para nosotros, en ocasiones prácticamente esencial para ser nosotros mismos, pero lo hacemos cuando ya es tarde, cuando ya lo hemos perdido.
Nos damos cuenta del valor de aquello, solamente cuando lo hemos perdido. Algo que para mí, y creo que para todos es un error, puesto que deberíamos darnos cuenta antes, cuando lo teníamos, no cuando es demasiado tarde.
La tesis que yo voy a defender es que no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos porque estamos tan acostumbrados a ello, es algo que parece que forma parte de nosotros, que solamente cuando lo perdemos es cuando de verdad nos damos cuenta de la importancia que esto tenía para nosotros. Es decir, que la propia costumbre de tener siempre algo hace que no nos demos cuenta de lo importante y valeroso que es para nosotros tenerlo.
En mi opinión, cuando una persona deja de tener algo, pierde algo, seguidamente reacciona, en un intervalo de tiempo por lo general breve, y se da cuenta que aquello tenía suma importancia para ella (la persona), pero solo aprecia, solo se da cuenta de ello cuando ya lo ha perdido, cuando ya es tarde y que quizás ya no haya vuelta a atrás o una posible solución, en otros casos sí que las hay. Pero… ¿por qué nos damos cuenta tarde?
Yo creo que la respuesta a esta pregunta es por la costumbre. Es decir, que el hecho de estar tan acostumbrados a algo, es lo que hace que no nos paremos a pensar lo importante que ese algo, que también puede ser alguien, esa otra persona, es para nosotros, y lo difícil que sería no tenerlo. La culpa de no valorarlo, desde mi punto de vista la tiene la costumbre, es por eso que no lo apreciamos cuando lo tenemos, pero cuando lo perdemos nos damos cuenta que nos falta algo o alguien, aquello que hemos perdido y que hasta haberlo perdido no nos damos cuenta que es casi parte de nosotros.
No nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos, porque hasta ese entonces no nos percatamos que aquello que ya no tenemos lo necesitamos, como he dicho anteriormente, es cuando valoramos lo que teníamos, cuando nos damos cuenta de la importancia que algo tiene para nosotros, que quizás cuando lo teníamos considerábamos que era mínima.
Habrá quiénes no piensos como yo, y crean que no sea la costumbre la respuesta más adecuada a esta pregunta, pero ¿por qué es entonces? Porque yo, no encuentro otra solución posible. Para mí, es la costumbre de tener algo, la que hace que no nos demos cuenta de la importancia de aquello que tenemos, ya que se convierte en algo monótono, y solo cuando lo perdemos, nos damos cuenta de la gran importancia que nos suponía tenerlo.
Por ejemplo, yo personalmente, no me paro a pensar todos los días, no es en lo que pienso nada más levantarme, en la importancia que tiene para mí poder oír. Es algo, que es muy importante para mí pero que no valoro día a día. Lo tengo por costumbre, no presto atención a que puedo hacerlo. Sin embargo, si un día, no oyese, no pudiese escuchar a los demás, no pudiese oír un timbre, un teléfono móvil, o un simple despertador, sería cuando sí que todos los días, uno tras otro, ahí sí que le prestaría continuamente atención, echaría en falta poder oír las cosas. Sería algo que echaría en falta y que valoraría poder hacerlo y más, habiéndolo hecho antes.
En conclusión, creo que no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos, porque estamos acostumbrados a ello, sin darnos cuenta que es algo imprescindible, necesario para nosotros y, solo, cuando lo perdemos nos damos cuenta de la gran importancia que suponía tenerlo, ya es cuando lo echamos de menos, y quizás, no siempre, sea tarde para recuperarlo. Por esto, creo que deberíamos de valorar mucho las cosas que tenemos y de sentirnos orgullosos de todo lo que tenemos, de todo lo que somos. Ya que solo lo hacemos cuando lo perdemos, cuando ya no lo tenemos, valoramos aquello de lo que en ese momento estamos echando de menos, solo cuando ya carecemos de ello.
Estoy de acuerdo en tu opinión y comparto lo que dices, porque en realidad no valoramos aquello que tenemos hasta que lo perdemos como bien dices porque estamos acostumbrados a ello y pensamos que nunca nos quitaran eso que esta con nosotros desde siempre o ha estado por algún tiempo, creo que deberíamos de valorar mas TODO lo que nos rodea las personas, las cosas, los objetos...¡¡todo!! porque sin darnos cuenta lo perderemos y no podremos recuperarlo nunca.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe parece muy atractiva tu entrada porque como bien dices la frase "no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos" es algo que todos hemos oido y que realmente tiene mucha razón.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que quizás no nos demos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos porque vivimos en un mundo monótono, y creo que la simple rutina nos impide valorar aquello que realmente queremos, y cuando lo valoramos ya es deamsiado tarde y no podemos volver atrás.